lunes, 12 de septiembre de 2011

Esto lo escribí el año pasado, después de terminar de leer Luna nueva (supuestamente es un final alternativo);


Comprendí que la vida no tenía más significado rotundo. Él se fue, y junto se llevo gran parte de mi. El agujero en mi pecho que creí que había desaparecido con su llegada, volvió a abrirse, y esta vez, con aun más dolor y profundidad. Mis penas ardían por dentro tal llamas en la tierra. Solo pretendía recordar su perfecto rostro una vez más, pero sabía que con el paso de los tiempos, no soportaría que a tal reflejo de la perfección se le fueran borrando detalles, hasta el más minúsculo. Decidi armarme de valor, sollozar por dentro, pero fue inevitable que las lagrimas brotaran de mis ojos. Nada estaba perfecto, y ni siquiera curado. Podía notar el palpito desbocado de mi corazón solo de pura angustia. Los pulmones se me llenaron de aire, y este aire fue el suficiente para que más lagrimas se formen. Todo lo que habia formado meses atras, antes de que ÉL volviera a aparecer, volvio a surgir, esta vez mucho peor. Entonces, decidí que era hora de partir.

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