Soy feliz. Steven Adler en THAT METAL SHOW.

No se puede entender nunca algo tan complejo como el amor. Una apología tan compleja, que resplandece como el sol y es capáz de llenar cualquier vació. Pero aparece en la vida de cualquier persona, y acompleja o ilumina esa vida de tal forma, que ni siquiera hay palabras para describirla. Pero solían decir que el amor es un juego perdido, en donde no valen ni ases ni reinas, ni dieces ni doces. Solo valen palabras sinceras y miradas autenticas. Corazones abiertos y mentes poéticas, que solo sirven para acciones de pura fe y honestidad; no escándalos ni desamores, pues no entran cosas tan simples en algo tan complejo.
Muchos ecos lejanos podrán decir que el amor es para tontos. Yo conozco a alguien que me dijo que el amor provoca heridas, y es la sal que las cicatriza. 

No se que pensar. Antes todo decía que nunca serías el ideal, que nuestras diferencias eran como un duelo mortal, y que nunca alguien como tu a mi lado podría estar. Pero otra vez el sol brillo en la lluvia. El viento sopló cambiando la página. Ahora más que nunca pienso que quizás eres el indicado. El que podría sacarme de esta tétrica penumbra, olvidada y dolorosa. El destino podría estar escrito en las paredes, nombrando que tu podrás sanar mis heridas. Robarme una sonrisa de mi rostro, donde solían solo haber lágrimas.

Robando corazones, pensamientos reales. Saqueando mortalidad, penetrando sueños. Colonizando vidas. Mi vida.
Fuiste capáz de quitarme del mundo y colocarme en esta utopía inalcanzable. Te apoderaste de mi alma, de mi voz. Te involucraste en mi mediocre filosofía para hoy poder ser mi día. Eres ese ángel sin alas, que estuvo un tiempo y luego se fue, dejándome en espera de milagros.
Otorgarme ese reflejo que nunca podré ver. Devuélveme los sentidos que has saqueado con tu sonrisa, con tu mirada atolondrada. Devuélveme la sangre que solía correr. Devuélveme esos ojos que solían observar más allá de fantasías. Devuélveme unos segundos de tu vida, que ahora tanto desperdicias, para que por lo menos, un momento, sea mía.

Amar es desear. Amar es soñar. Amar no solo es besar, es sentir lo que quizás nunca sentirás. Es pensar que en su compañía todo se podrá. Amar es saber que a pesar de todo, nos veremos en algún lugar.

Debí haber sostenido tu mano más fuerte, porque ni siquiera tenias la valentía de luchar. Supongo que necesitabas mas tiempo para curarte. Supongo que me necesitabas más que nunca. Supongo que quizás esa debería haber sido la vez en la que yo caminara por ese camino que nunca caminaras. Ya es tarde para todo, no hay nada más que hacer. Pero esos pecados no se perdonan, la vida es una sola.

No hay pretexto para tu ausencia. No hay solución al miedo de nunca tenerte. No hay utopía ante la distopía. Cada día me hundo más en esta depresión que solo un gran hombre como Platón podría reconocer.  Y como alguien dijo: "¿Como deshacerme de ti, si no te tengo? ¿Como escaparme de ti, si estas tan lejos?", nunca sentí tan real un concepto. Ya no es más concepto. Es realidad que se derrama en palabras, muchas veces en lágrimas.
Nadie puede contra el tiempo y la distancia.
No hay más por quien esperar.

Estoy contenta y orgullosa de mi. Estoy superando de a poco este dolor, este cáncer. Siento como que cada día me levanto con otros segundos menos de espera para ver mi sueño cumplirse. Para tener mi recompensa por pasar todo esto sin ayuda de nadie, sola. Aunque aveces (como ahora) ese dolor inmenso quiere volver, ese agujero maligno quiere aumentar su crueldad, trató de volver a pensar en todo lo que alguna vez podrá pasar. Quizás jamás pasara, y el dolor será como la helada lluvia de noviembre. Pero se que es mejor pensar que si estará ese momento. Por lo menos es una pequeña distracción para olvidar mi dolor. Para seguir teniendo en cuenta ese encuentro.