-No olvides todo lo que te prometí.
- ¿Que me prometiste? Si ni siquiera existes, ni siquiera vives, eres solo un producto de mi imaginación.
- No olvides que prometí que algún día iba a hacerte feliz. Que tus sueños acabarían y que por fin no llorarías. Que vivirías todo lo que pensaste como imposible y que por fin el dolor terminaría.
-Nunca pasará...
-Si pasará. Porque yo soy tu fuerza, tu destino. Y caminaré junto a ti en el camino de la vida. Hasta que consigas lo que tanto querías.
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