Se va sin mirar hacia atrás. Sin dejar huellas, ni siquiera una pista. Se va sin saber que yo estoy clavada en la tierra, esperando a volver a verlo. Se va sin avisarle al viento, para que por lo menos, el pueda acercarme su perfume. Se va sin haber escuchado mis palabras, sin haber oído mis latidos.
Se va, como en todos los amaneceres, cuando mis sueños terminan. Se va sin dejarme una prueba de que todo esto no vive solamente en mi.

Es quizás el tiempo el que arruina las cosas, y siempre nos decían que las reparaba.
Crecí pensando que el paso de los años era la solución a todo y que era el único capaz de borrar los malos estragos. Ahora que este pasó para mi, lo único que hizo fue aumentar el aroma a dolor de los sombríos recuerdos.
Sí, los duros tiempos pasaron. Pero el tiempo no los borró y aún siguen en mi mente. ¿Donde estás? Estoy esperando tu paso, ese que siempre odié, para que haga eso que todos dicen que haces.

Lo que no te mata, te hace más fuerte.

Gritar verdad y llorar dolor

Estaba pensando: mejoré. Siempre con la misma historia, ¿no? La mejoría que nunca se nota, la sonrisa que nunca se ve, la lágrima que no se derrama. Así es mi vida, llena de misterios y suposiciones, nunca de hechos concretos. 
Me siento fuerte y a la vez débil. Fuerte por salir adelante a pesar de mis problemas, débil por volver a recordarlos en la noche e inconscientemente soltar una lágrima.
Siempre así. Siempre siendo la mitad de algo, nunca entera. Supongo que soy como mi corazón lo esta, partido en la mitad.
Me da lo mismo ser como soy, hacerme estos auto psicoanálisis, llorar, pensar como serían las cosas, me da totalmente lo mismo. 
No puedo cambiar, por más que lo intente. Así que, chau sueños, hola realidad.


Estaba pensando: empeoré.

Era necesario entender que para poder vivir necesitaba estar sola y esperar a que se nieble la espera del milagro. Vivir la vida sin entender el porqué de la ausencia y fingir que mi corazón estaba entero, cuando en realidad se había quebrado hace un buen tiempo. 

Es necesario entender que el amar duele, y sin dolor no hay amor.

No es cuestión de cambiar para que te acepten, es cuestión de cambiar para impresionarte vos mismo. Es sentir el alivio de ser hoy una persona diferente a la de ayer, de mirarse en el espejo y pensar "mejoré". Es cuestión de ser un ser el levantarse y decir; Hoy puedo vivir la vida.
Es cuestión de orgullo el cambiar para mejorar, para volverte algo mejor. Es cuestión de vivir el saber que cambiando vos el mundo cambia.

Cada persona es un mundo.

Me cansé de esperar lo inesperado y seguir la vida pensando que algún día pasará. Pero me di cuenta que prefiero una vida llena de esperanza y fantasía, a remontarme en la realidad fría. Algún día algo va a pasar y todo va a cambiar. Mientras tanto, voy a esperar, alimentándome de sueños y contando nuestra historia, la que nunca sucedió.