lunes, 18 de julio de 2011

Daría mi vida por un minuto contigo. Daría mi eterna soledad por tu lujuriosa compañía.
No puedo más.
El corazón late, pero no por lo que deseo,
No por AMOR.
Me gustaría que estés, sentado aquí en mi puerta, esperando a que yo abra esta, y con ella, las puertas de mi alma.
Desearía que todos mis sueños sean realidad.

Y cuando algún día, algún día de mi estúpida vida se cumplan mis deseos, juro que te amaré como nadie amo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario